Synthesis vuelve a las viejas canciones. ¿Recuerdas cómo se sintió tener veinte años y trabajar en Fallen?
Desafortunadamente sí [risas]. ¿Cómo me describiría en ese momento? Con los ojos muy abiertos, lleno de grandes sueños, bastante inseguro. Pero creo que eso es bastante común. Cuando somos jóvenes sentimos que somos los únicos que nos odiamos a nosotros mismos. Recuerdo haber luchado con la sensación de que no merecía estar donde estaba. Entonces definitivamente es un momento emocional y hormonal. Todavía tengo muchos sentimientos grandes, pero parece que el mundo entero se cae a tu alrededor a veces cuando eres un niño.
¿No fue muy exitoso que los problemas desaparecieron?
¡No! Tener a mucha gente en todo el mundo tocada por nuestra música fue un sueño hecho realidad. Pero tener miles, incluso millones, de personas que sienten que te conocen de una manera íntima, fue difícil. Ahora estoy en un lugar de mi vida en el que creo que soy bastante bueno lidiando con eso. Todo eso, ya no asusta tanto. Pero daba miedo al principio, seguro.
¿Cómo fue venir como un joven músico en Little Rock, Arkansas?
Cuando estábamos haciendo Evanescence yo era un niño normal, yendo a la escuela. Pero supongo que no es normal en el sentido de que pasé casi todo mi tiempo libre trabajando en hacer música. Estaría despierto hasta las tres de la mañana, con los auriculares puestos, en mi teclado. Mi madre se quejaba por la mañana que todo lo que podía escuchar toda la noche era 'golpe, golpe, golpe'. Pero simplemente me encantó. Ser un compositor, sinceramente, fue mi sueño original. Es por eso que es tan hermoso que puedo trabajar con David Campbell y todos estos brillantes músicos en Synthesis, personas que fueron a la escuela [de música] y no hicieron trampa en su camino.
¿Ser parte de la música te hizo genial?
No no no. No encajé en una camarilla. La mayor parte del tiempo estuve sola mucho. Realmente disfruto poder callar y pensar.
¿Qué cantantes te gustaron en ese entonces?
De hecho, me di cuenta en el último año más o menos que la mayoría de la música que escucho es con una vocalista femenina. No es intencional, me encanta el sonido de una voz femenina. ¿Mi favorito? Björk. Manos abajo.
Nunca usaste una imagen sexual para vender discos. ¿Una buena decisión?
Por supuesto. Es interesante. Casi siento que no fue una elección, tenía que ser quien era. Lo que el rock'n'roll es para mí es ser tú mismo, sin disculpas, y no cambiar para encajar dentro de la máquina. Ser mujer en la industria musical significa mucho tiempo estar excesivamente sexualizado. Era simplemente una manera fácil y económica de hacer que la gente te prestara atención. Yo estaba como, eso no es lo que soy, y no voy a pretender ser algo que no soy.
